Sueña.

A lo largo de nuestra vida tenemos sueños que deseamos con todas nuestras fuerzas que se cumplan.

Por ejemplo, una niña a los tres años sueña con ser mamá y le regalan un muñeco, al que le da de comer, pasea y duerme. Y un niño coge su Playmobil y construye su ciudad, orgulloso de si mismo, juega con sus muñecos haciendo que un terrible monstruo destruya todos los edificios y los vuelva a hacer.

Pero con el tiempo esos sueños van cambiando.

A los cinco años una niña sueña con ser una princesa, coge su tiara y sin que le vea su madre se pinta con sus pinturas y se pone sus zapatos de tacón. Se pasea por su cuarto esperando que llegue su príncipe azul como en la cenicienta.

Y un niño sueña con ser un superheroe, salvar el mundo. Se pone una sabana como capa y con el puño en alto sale corriendo.

Cada vez los sueños van cambiando mas, mirando a un futuro.

A los ocho años una niña desea ser cantante, coge algo como si fuese un micrófono y canta como si estuviera en un concierto, pero un niño sueña con ser un futbolista famoso y llegar a jugar en un gran equipo. Juega a todas horas queriendo ser el mejor.

Así continuamente, siempre tenemos sueños por cumplir. Y siempre luchamos por ellos, hacemos lo imposible para alcanzarlos. Movemos cielo y tierra por llegar a ellos. Hasta que hacemos que estos lleguen a ser lo mas real posible.

Estos sueños que tenemos de niños, con el tiempo derivan en los sueños reales, los que de verdad mueven a las personas.

Por eso nunca renuncies a tus sueños, por muy difíciles de conseguir que sean. Pasa por las barreras que tengas que pasar para conseguirlos.

Porque los sueños son los que mueven la vida.

Sin sueños, las personas no tendrían ilusiones y no se esforzarían por conseguir nada.

Lucha por tus sueños.