jueves, 17 de febrero de 2011

Cuando menos te lo esperas aparece y “ plommmb”. Vuelves a estar a otros veinte metros del mismísimo suelo. Y es tan inesperado que ni siquiera aprecias como la piel se te eriza solo con notarle cerca. Saboreas sus palabras. Sus intencionadas preguntas sin respuesta razonable. Y le miras, y sin querer te juegas la vida. Por ahora no se te ha olvidado todavía seguir respirando, pero no te confíes mucho. Mantén la vista en otra dirección, piensa en otra cosa. Que luna tan brillante hay esta noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario